La caravana tiene la intensión de llegar a la CDMX para regularizar su estancia en el país
El próximo 23 de octubre saldría una nueva caravana migrante de Tapachula, Chiapas, anunció esta mañana Irineo Mújica, presidente de Pueblo sin Fronteras.
En entrevista con Manuel Feregrino para el noticiero “Por la mañana de Radio Fórmula, el activista subrayó que la caravana está preparara para enfrentar los obstáculos con los que se encontraron los movimientos anteriores, como represión.
“De que va a salir (la caravana), va a salir. El marchar es un derecho, no estamos haciendo nada ilegal. Si nos paran, si nos golpean estamos listos“, dijo.
En este sentido, Mújica resaltó que “cuando una ley es inmoral, cuando lo que están haciendo (el Gobierno) es ilegal”, el deber de los migrantes es resistir, “porque lo que están haciendo no es algo que realmente esté en la ley”.
La nueva caravana migrante pretende llegar a la Ciudad de México (CDMX), para continuar con los trámites migratorios de las personas que solicitaron un amparo, para que no sean detenidos por autoridades migratorias.
Irineo Mújica señaló que, lo que está haciendo el Gobierno con los migrantes es injusto, porque tienen derecho de buscar una forma legal para salir de México; sin embargo, recalcó, “si no hay esa forma legal, saldremos y vendremos hasta el corazón de México para poder exigir y pedir y orar y salir de esa cárcel”.
En los últimos años, México se ha convertido en un país no solo de migrantes, sino de tránsito y refugio de miles de personas provenientes de otras naciones, pero la política que ha adoptado el Estado es completamente contraria a los derechos humanos.
Lo anterior se puede observar en el número creciente de personas detenidas y deportadas a su país de origen en los últimos años, entre los que se encuentran niñas, niños y adolescentes, muchos de los cuales viajaban solos.
Rafael Soler Suástegui, especialista de la Facultad de Derecho de la Universidad La Salle, explica que el Gobierno mexicano podría cambiar esta perspectiva.
“No es tan complicado, creo que bastaría con cambiar dos grandes visiones: la importancia de observar los derechos humanos de los migrantes y que todas las políticas estén orientadas a ellos, a salvaguardar sus derechos humanos.
“Y la segunda parte, que es más compleja todavía pero más importante, es entender que los flujos migratorios son flujos naturales, es decir, no son una irregularidad, no es algo que se deba prevenir o algo desagradable que tengamos que corregir”, menciona.
El académico señala que si cambian estos dos enfoques no sería tan complicado, porque el número de personas migrantes que llegan a México con el propósito de establecerse en el país todavía es asumible, pero si no hay instituciones ni presupuesto se vuelve un problema.
“No vamos a parar los flujos migratorios, no hay manera de hacerlo, es incluso ridículo pretender hacerlo, lo que sí podemos hacer es gestionarlo de la mejor manera”, dice.
La gran afluencia de personas migrantes en el país tiene que ver con las restricciones que ocurren en Estados Unidos, ya que han aumentado el flujo de migrantes y de solicitantes de refugio en México, explica Soler Suástegui.
Algunas de las razones son la crisis venezolana, los problemas en Haití y la violencia y las extorsiones en Centroamérica.
“Hay un entorno político interesante en el sentido de que México, creo yo, está deteniendo migrantes, está haciendo el trabajo de detenerlos para que no lleguen a Estados Unidos y entonces nos estamos volviendo una especie de cuello de botella.
“Y si bien es cierto que el número de migrantes para lo que es México, y el de solicitantes de refugio, no debería de implicar un gran problema, también es cierto que no existe el presupuesto suficiente para atender esta realidad”.
Artículo tomado de Radio Formula
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