Amparado por las medidas de emergencia sanitaria decretadas por el Covid-19 en EE. UU., el Gobierno de Donald Trump decidió suspender la entrada al país de los solicitantes de asilo, pero además hay denuncias sobre un aumento del número de deportaciones desde que comenzó la crisis.
En los últimos días, un artículo del diario The Washington Post alertó sobre la deportación de miles de inmigrantes desde Estados Unidos, al parecer sin que se les respetara el debido proceso para devolverlos a sus países. La noticia llamó la atención sobre lo que pasa con ellos en medio de la crisis por el coronavirus. Estas cifras significarían la continuidad en la agenda antiinmigrante del presidente Donald Trump, en momentos de emergencia sanitaria. Las deportaciones han sido criticadas por la presencia de casos positivos de coronavirus entre los expatriados. Denuncian que no se realizan las pruebas necesarias y se está exportando el virus a los países de Centroamérica. Para Manuel Orozco, director del programa de Migración, Remesas y Desarrollo de Diálogo Interamericano, las prisiones y albergues son lugares de alto riesgo epidemiológico.
Hablamos con el experto sobre las diferencias entre las políticas del Gobierno central de EE. UU., comparadas con las tomadas por los gobiernos estatales respecto a sus medidas hacia los migrantes. Para Orozco, “en muchos estados hay una desproporción en los casos que se están presentando y hay muchos latinos e inmigrantes que están siendo afectados por la pandemia de una forma desproporcionada, por lo que se requiere una acción más inmediata de los estados”, señala.
