La propuesta permitirá que los migrantes sean elegibles para la residencia legal permanente después de cinco años de radicar en Estados Unidos si cumplen con ciertos requisitos, y aplicar tres años después
La administración de Joe Biden tiene planeado presentar su plan de reforma migratoria el mismo día de la toma de posesión e incluiría un camino a la ciudadanía con ocho años de residencia, adelantó el diario The Washington Post.
El rotativo señaló que la pieza central del plan de Biden y la vicepresidenta electa, Kamala Harris, es permitir que los migrantes sean elegibles para la residencia legal permanente después de cinco años de radicar en Estados Unidos si cumplen con ciertos requisitos, como una revisión de antecedentes y el pago de impuestos. Podían aplicar a la ciudadanía tres años después. Otro de los requisitos para calificar, que busca evitar oleadas migratorias, es que los solicitantes estén en Estados Unidos desde el pasado 1 de enero, por lo menos.
Los nuevos migrantes no podrían aplicar al plan de Biden.
La propuesta legislativa, que será enviada al Congreso el miércoles, también llama a enfocarse en las causas de raíz de la migración desde Centroamérica.
Los beneficiarios del programa DACA: los jóvenes migrantes que llegaron a Estados Unidos siendo niños, llevados por sus padres, así como los
receptores del TPS, el programa para migrantes provenientes de naciones afectadas por desastres naturales, podrían solicitar la residencia legal de inmediato, explicó el Post, que se basó en información de funcionarios del equipo de transición.
En cuanto al sistema de refugio y asilo, el objetivo es hacerlo “más humano”, de acuerdo con uno de los funcionarios. Uno de los objetivos es recuperar el programa por el que los menores centroamericanos reciben la residencia legal temporal en Estados Unidos. La administración de Donald Trump le puso fin.
Biden busca además establecer un programa de reunificación para familiares centroamericanos de ciudadanos de Estados Unidos que permitiría que quienes ya han sido aprobados para recibir la residencia sean admitidos en el país, en vez de tener que esperar en sus países de origen. Sería similar al que había para cubanos y haitianos, al que Trump también puso fin.
Impulsaría a la vez la cifra de visas de empleo y familiares, exentando a las esposas e hijos de residentes legales de las cuotas que imponen restricciones a migrantes de diversos países para entrar a Estados Unidos.
Sin embargo, además del apoyo demócrata, Biden requiere el aval de los republicanos en el Congreso, por lo que la aprobación del plan luce complicada, de momento.
Artículo tomado de El Universal
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