El impacto económico de la pandemia impulsó las salidas
Los migrantes que cruzaron la selva del Darién en la frontera entre Colombia y Panamá casi se triplicaron en los dos primeros meses del año, a ocho mil 456 personas, frente al mismo periodo de 2021, la mayoría venezolanos, reveló ayer Naciones Unidas.
Las cifras incluyen a mil 367 niñas, niños y adolescentes y superan a los dos mil 928 inmigrantes contabilizados en el primer bimestre del año pasado, precisaron la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) y la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), con base en datos de las autoridades de Panamá.
Los miles de migrantes pasan por las selvas del Tapón del Darién, en el istmo de Panamá, donde los contrabandistas de personas guían a los grupos a través de la región, en una de las rutas clandestinas más peligrosas hacia Estados Unidos.
Del total de inmigrantes entre enero y febrero, unos dos mil 500 correspondieron a ciudadanos venezolanos, casi el equivalente a los dos mil 819 que salieron por esa frontera durante todo 2021.
A medida que los impactos socioeconómicos de la pandemia de covid-19 golpean a los refugiados y migrantes de Venezuela en los países de acogida de América Latina y el Caribe, un número cada vez mayor se dirige al norte”, indicaron.
Los recorridos por el Tapón del Darién pueden tardar 10 días o más para los más vulnerables, exponiéndose a los peligros naturales, abusos sexuales y robos.
Durante 2021, unas 133 mil personas hicieron el viaje, en su mayoría haitianos, incluidos sus hijos nacidos en Chile y Brasil, seguidos de cubanos, venezolanos y personas de Angola, Bangladesh, Ghana, Uzbekistán y Senegal. Al menos 51 personas fueron reportadas como desaparecidas o muertas.
Artículo tomado de El Excelsior
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