Luego del paso de dos huracanes destructivos en la región, ha aumentado el número de familias que viajan hacia el norte.
El presidente electo de Estados Unidos, Joe Biden, dice que sus prioridades cuando asuma el cargo el próximo mes serán la pandemia y la recuperación económica, pero se enfrenta a otra crisis que no esperará: una ola de migrantes desesperados en su frontera sur.
Dos destructivos huracanes que arrasaron e inundaron zonas de Centroamérica el mes pasado han aumentado el número de familias que planean un arriesgado viaje hacia el norte. Y después de un año de prohibiciones de viajes y un aumento del desempleo, la demanda para llegar a Estados Unidos ya era alta.
“Habrá caravanas y en las próximas semanas aumentarán”, dijo José Luis González, coordinador de la organización no gubernamental Red Jesuita con Migrantes de Guatemala. “La gente ya no tiene miedo del coronavirus. Están pasando hambre, han perdido todo y algunas ciudades aún están inundadas”.
Biden se ha comprometido a abolir muchas de las políticas de migración de Donald Trump, incluida la detención prolongada y la separación de familias, diseñadas para disuadir la migración ilegal. Esto alienta a los centroamericanos más empobrecidos a hacer el viaje y poner a prueba la Administración de Biden, consideró González.
“Cuando hay un cambio en el Gobierno de Estados Unidos o México, las caravanas comienzan a moverse porque están probando las aguas para ver cómo responden las autoridades”, apuntó. “Lo que ven es que el que dijo que iba a construir un muro y odiaba a los latinos está saliendo”.
En las redes sociales, circulan anuncios de caravanas, grupos de migrantes que viajan juntos, dejando San Pedro Sula, la segunda ciudad más grande de Honduras, que fue golpeada por ambas tormentas. La primera caravana está programada para partir en los próximos días y la segunda a mediados de enero.
Los asesores de Biden esperan alejarse de las políticas de Trump sin indicar que la frontera se ha abierto, según personas familiarizadas con la planificación. Saben que cambios rápidos y radicales alentarán a más personas a intentar el viaje a EU.
“El presidente electo, Joe Biden, restablecerá el orden, la dignidad y la equidad en nuestro sistema de inmigración”, afirmó Ned Price, portavoz del Gobierno de transición de Biden. “En esencia, su política de inmigración estará impulsada por la necesidad de mantener a las familias unidas y poner fin a la desastrosa política de separación familiar”.
Un alto funcionario de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) de México indicó que es probable que la migración siga siendo uno de los principales desafíos en la relación entre Estados Unidos y México, y agregó que México continuará promoviendo la cooperación para el desarrollo con el fin de abordar las causas de base y planea manejarlas junto con socios en la región.
Los huracanes Eta e Iota fueron parte de una temporada especialmente activa de huracanes del Atlántico con 30 tormentas con nombre. Solo Eta causó daños por un valor de 5 mil millones de dólares en toda la región y afectó a 3 millones de personas, inundando casas y dañando carreteras, puentes y cultivos en Nicaragua, Honduras, Guatemala y El Salvador. Los Gobiernos aún están contabilizando los daños de Iota y todavía queda agua en algunas ciudades. Los países ya enfrentaban dificultades debido a la crisis económica causada por meses de confinamientos a causa del COVID-19.
Víctor Espinal, de 31 años, cuya casa en La Lima, Honduras, fue inundada por ambas tormentas, cuenta que planea unirse a una de las caravanas. Él fue despedido de la planta empacadora de banano de Chiquita, donde trabajó durante ocho años, después de que se inundó y teme no volver a encontrar trabajo pronto.
La casa donde vivía con su esposa, sus dos hijos y su suegra ahora está vacía, y sus colchones empapados de barro y sus pertenencias dañadas están en la calle.
“No hay nada para mí aquí ahora”, dijo. “Las paredes son todo lo que queda y no hay un solo mueble, ni siquiera un plato para comer. No soy de los que lloran, pero cuando regresé a casa sentí ganas de llorar. Veo memes que dicen que los bienes materiales no son importantes, pero son importantes porque las personas trabajan toda su vida por ellos y en 15 días, todo se ha ido”.
El mes pasado, el presidente de Guatemala, Alejandro Giammattei, declaró que, sin la ayuda de los países ricos, sus ciudadanos y los de los países vecinos huirían.
“Si no queremos aglomeraciones de centroamericanos que buscan mudarse a otros países con mejores condiciones de vida, tenemos que hacer un muro de prosperidad en Centroamérica”, manifestó en un evento en Honduras con el Banco Centroamericano de Integración Económica.
Picos de migración
La migración desde América Central hacia México y Estados Unidos se disparó después del huracán Mitch en 1998 y el huracán Stan en 2005. Otros eventos climáticos también han obligado a los centroamericanos a abandonar sus países en los últimos años. Un estudio del Banco Interamericano de Desarrollo mostró que la migración desde El Salvador se duplicó después de una grave sequía en 2014-15 que perjudicó la producción de maíz.
“El problema en El Salvador y con todos estos países centroamericanos es que son altamente vulnerables a los eventos climáticos: huracanes, pero también sequías extremas”, aseguró la asesora principal de BID Economics, Ana María Ibáñez. “Hay una relación entre la migración y los fenómenos meteorológicos extremos”.
Como candidato, Biden llamó a entregar un paquete de ayuda de 4 mil millones de dólares para Centroamérica y dijo que su Administración abordaría la crisis climática que enfrenta la región.
Como vicepresidente de Barack Obama en 2014, Biden dirigió la estrategia para enfrentar la ola de inmigrantes indocumentados de América Central. Tiene una larga historia de trabajo en América Latina como presidente y miembro de alto rango del comité de relaciones exteriores del Senado, incluida la creación del Plan Colombia para combatir a los carteles de la droga y las guerrillas de izquierda hace dos décadas.
Artículo tomado de: El Financiero
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