La ciudad de Tapachula, México, se ha convertido en los últimos tres días en escenario de protestas de cientos de migrantes centroamericanos atrapados que piden al Gobierno documentos para regularizar su situación y poder trabajar en el país o continuar su viaje a Estados Unidos. Hasta la fecha, ninguna autoridad ha respondido a las peticiones de los migrantes, que buscan su estancia legal en el país para transitar o trabajar.
Sin recursos económicos ni documentos para poder transitar y trabajar en el país, el desespero se apodera de miles de migrantes en Tapachula, ciudad mexicana en la frontera con Guatemala, por la lentitud de la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (COMAR) en los trámites de la solicitud de refugio.
Los afectados protestaron de este miércoles por tercer día consecutivo, con algunos bloqueos de calles y reclamos al Instituto Nacional de Migración. Piden a las autoridades que agilicen la legalización de su estancia, para abandonar la ciudad y dirigirse a otra donde puedan trabajar y sostenerse económicamente o tratar de llegar hasta la frontera con Estados Unidos. Señalan que Tapachula no tiene suficiente capacidad para recibir a miles de refugiados.
El presidente del Comité Ciudadano en Defensa de los Naturalizados y Afromexicanos, Wilner Metelus pidió, además, que se suspendan las “redadas” contra los migrantes.
Los extranjeros, la mayoría procedentes de Haití, Cuba y Venezuela, expusieron que se sienten atrapados y que las autoridades locales buscan retenerlos.
"Necesitamos una solución para salir de la ciudad, porque aquí estamos secuestrados, ni si quiera podemos circular en Tapachula", afirmaron.
Organizaciones civiles han explicado que el proceso de refugio tiene oficialmente un tiempo de espera entre 45 y 90 días, según cada caso, más 10 de espera para notificación. Sin embargo, debido a las restricciones por la pandemia del Covid-19, en marzo de 2020 se emitió un decreto que suspende esos términos, por lo que ahora tienen que esperar al menos de tres a seis meses para regularizar su situación migratoria.
Mientras la espera se extiende, muchos migrantes más llegan a la ciudad. Una mujer que viajó con su hijo desde Haití hasta Tapachula destacó que, tras la muerte de su presidente y el terremoto de magnitud 7,2, de hace 10 días, desde su país han salido cientos de migrantes más en búsqueda de calidad de vida.
Los manifestantes recalcaron que su protesta es pacífica y no buscan confrontaciones, solo piden documentos para poder trabajar y sostener a sus familias. Pero hasta el momento, aseguran, sus solicitudes han sido ignoradas.
Otro migrante haitiano indicó que, ante el olvido de las autoridades, todos los migrantes saldrán caminando en caravana de Tapachula, aunque no especificó el destino. Según varias organizaciones, la ciudad hospeda a más de 120.000 extranjeros.
Tras presiones de EE. UU., México ha aumentado expulsiones de migrantes
La situación en Tapachula, en el sur de México, coincide con las denuncias de que México ha estado trasladando de forma silenciosa a miles de migrantes indocumentados hacia las ciudades en la frontera con Guatemala, para acelerar su salida del país, según funcionarios locales y migrantes citados por Reuters.
Las mismas fuentes sostuvieron que los traslados responden a las presiones del Gobierno de Estados Unidos a la Administración de Andrés Manuel López Obrador.
"Todo esto se está haciendo para complacer a los estadounidenses, que están muy preocupados por la migración (…) Se están haciendo esfuerzos para acelerar las expulsiones", aseveró uno de los funcionarios mexicanos.
Hasta mediados de agosto, México había enviado aproximadamente a 13.000 personas desde ciudades del norte del país hacia su frontera sur, en alrededor de 100 vuelos, con el objetivo de devolver a los migrantes a Centroamérica, señalaron funcionarios mexicanos familiarizados con el asunto.
A finales de mayo, el propio Gobierno mexicano señaló que se realizaron cuatro vuelos de retorno de migrantes al iniciar un denominado “puente aéreo”, hacia el sur, aunque no especificó cuántas personas trasladaron.
El Instituto Nacional de Migración de México declinó hacer comentarios. El Ministerio de Relaciones Exteriores afirmó en un comunicado que apoyaba un sistema migratorio humano que respete las leyes nacionales e internacionales y que trabaja con Washington para abordar las causas de la migración.
El panorama se presenta en momentos en los que el mandatario estadounidense Joe Biden enfrenta cada vez más críticas por su gestión de la migración. Los republicanos lo acusan de motivar la situación tras un discurso a favor de los migrantes, que, sin embargo, luego matizó ante el aumento de centroamericanos, incluidos niños, a su frontera.
Articulo tomado de france24.com
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