La vicepresidenta liderará los esfuerzos de la administración de Joe Biden para detener el flujo migratorio de Centroamérica, trabajará con los gobiernos de El Salvador, Guatemala y Honduras.
Joe Biden encarga a Kamala Harris la gestión de la crisis migratoria en la frontera con México. La vicepresidenta trabajará con las autoridades mexicanas, salvadoreñas, hondureñas y guatemaltecas con la misión de frenar la llegada irregular de migrantes a EE.UU., reforzar la frontera y crear programas para que los centroamericanos puedan tramitar desde sus países de origen sus peticiones de asilo.
"No puedo pensar en nadie más calificado"
afirmó Biden a los periodistas en una reunión en la Casa Blanca junto a Harris y a los jefes del Departamento de Seguridad Interior (DHS) y del Departamento de Salud.
"Espero participar en la diplomacia con el gobierno, el sector privado, la sociedad civil y los líderes de El Salvador, Guatemala y Honduras para fortalecer sus instituciones democráticas, el Estado de Derecho. Y garantizar la prosperidad en la región, declaró Harris, que de momento no tiene planeado viajar a Centroamérica.
Para abordar esta crisis migratoria, una delegación estadounidense visita México y Guatemala para analizar la situación, combatir la corrupción en los países del triángulo norte de Centroamérica y proveer oportunidades económicas a sus ciudadanos.
La migración irregular de Centroamérica a EE.UU. ha crecido en los últimos meses y ha colapsado el sistema de acogida, lo que ha provocado críticas hacia el Gobierno de Biden, sobre todo tras la publicación hace unos días de impactantes imágenes sobre la situación de decenas de niños en los centros de detención fronterizos.
Este anuncio coincide con el envío de una delegación de la Casa Blanca a la frontera, en medio de las acusaciones de los republicanos de que el gobierno no toma las medidas necesarias para enfrentar la crisis en la frontera sur, especialmente en relación a un aumento de las llegadas de menores no acompañados
Los menores que han cruzado la frontera en las últimas semanas han tenido que quedarse más tiempo del permitido por la ley en centros diseñados para adultos, y no para niños o adolescentes.
Durante la reunión Harris reiteró el mensaje que busca transmitir el gobierno de Biden.
"La gente no debería venir a la frontera ahora", indicó la vicepresidenta.
Harris aseguró este miércoles estar "frustrada" por la "aglomeración" de menores indocumentados en centros de detención estadounidenses en la frontera con México y prometió que visitará la zona "en algún momento", sin aclarar si será pronto.
"Es un problema enorme, no voy a fingir que no lo es, es un problema enorme"
La vicepresidenta culpó al gobierno del ex presidente Donald Trump de haber "desmantelado" el sistema para solicitar asilo en Estados Unidos, y subrayó que, por tanto, la situación en la frontera "no se va a resolver de la noche a la mañana".
Harris reconoció que hay una "aglomeración" de menores en los centros de detención de su gobierno, que le gustaría que hubiera muchos menos niños bajo custodia de la Patrulla Fronteriza y que el Ejecutivo estadounidense "debería procesar sus casos más rápido”.
Según fuentes gubernamentales citadas por los medios, la CBP tiene bajo su custodia alrededor de 5,000 menores de edad, mientras que los albergues del Departamento de Salud acogen actualmente a unos 15,000 niños que han cruzado la frontera sin compañía de sus padres, madres o tutor legal.
Artículo tomado de Expansion con
información de EFE y Reuters