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Hacinados, maltratados y hambrientos: la vida de los trabajadores agrícolas inmigrantes.


BLACKSHEAR, Georgia — El bosque estaba tan frío que Alberto Reyes apenas podía sentir sus dedos cuando el autobús vino a buscarlo, más de 10 horas después de que había comenzado a recoger agujas de pino del suelo del bosque con sus propias manos.  


Dos semanas antes, en febrero de 2018, Reyes había llegado a los Estados Unidos a través de un programa de visas para trabajadores agrícolas temporales que se estaba expandiendo rápidamente. Manuel Sánchez, el contratista con sede en Georgia que lo reclutó, le prometió que luego de unos pocos meses trabajando en la recolección de la paja de pino que se usa en los jardines podría ganar más de lo que le pagaban durante todo un año como albañil en México, además tendría todos los gastos pagados.


En cambio, Sánchez se retrasó con el primer cheque de pago, por lo que Reyes y los otros 18 trabajadores que reclutó comenzaron a quedarse sin comida, según diversas entrevistas y los datos de documentos judiciales. Sánchez dejó a los hombres en una casa infestada de cucarachas, sin calefacción, agua caliente ni inodoros en funcionamiento. No había espacio para que todos se acostaran, ni siquiera en el suelo. Así que Reyes tuvo que dormir en un cobertizo del jardín que estaba infestado de arañas, temblando bajo una cubierta de plástico que usó como una sábana improvisada.

Los residentes anteriores guardaban a sus perros en ese lugar.

“No viniste aquí para quedarte en casas bonitas o hacer lo que quieras”, les dijo Sánchez a los trabajadores, según lo que afirma Reyes. “Te traje para trabajar”.


El programa federal de visas para trabajadores agrícolas temporales, conocido como H-2A, ha crecido rápidamente a medida que envejece la fuerza laboral rural y se intensifica la represión contra los trabajadores indocumentados con el Gobierno del presidente Donald Trump. A pesar de que la Casa Blanca restringió ampliamente las visas durante la pandemia de coronavirus, la Administración hizo excepciones para las visas H-2A porque considera que esos trabajadores son esenciales y calificó al programa como “vital para mantener y asegurar la cadena crítica de suministros de alimentos del país”.


Se supone que las leyes federales garantizan condiciones de trabajo dignas, salarios justos y viviendas seguras para los trabajadores temporales que están vinculados a los empleadores que los patrocinan y deben regresar a sus países de origen luego de que expiren las visas a corto plazo, porque el programa no les proporciona la posibilidad de iniciar los trámites de ciudadanía.

Pero una investigación de NBC News descubrió que, a medida que el programa H-2A se ha expandido, más trabajadores temporales han sido vulnerables a los abusos. A lo largo de seis meses, NBC News visitó más de una docena de sitios en Georgia y Carolina del Norte, además entrevistó a docenas de trabajadores H-2A, defensores laborales, líderes de la industria, exfuncionarios laborales y revisó cientos de páginas de documentos judiciales.


Fotografia por Haimy Assefa/NBC News


Y esos solo son los problemas que han podido documentarse. Los empleados y defensores laborales afirman que, a menudo, los trabajadores se muestran reacios a hablar en contra de los empleadores que son responsables de sus viviendas, transporte, cheques de pago y además controlan su permanencia en los Estados Unidos. La pandemia ha generado nuevos riesgos para estos trabajadores que son transportados en grupos y suelen alojarse en las pequeñas viviendas que les ofrecen sus empleadores. Según los funcionarios de salud,los brotes de COVID-19 se han propagado entre los obreros agrícolas de todo Estados Unidos, incluidos los grandes grupos de trabajadores H-2A que laboran en California, Washington y Michigan.


Los defensores laborales están especialmente alarmados por la creciente dependencia de los agricultores del trabajo de contratistas como Sánchez. A medida que aumenta la presión para reducir los costos en medio de la caída de los precios de los cultivos y la competencia de las importaciones extranjeras, más agricultores están subcontratando la laboriosa tarea de reclutar, transportar, alojar y supervisar a los trabajadores H-2A.  Los contratistas laborales también puedenproteger a los agricultores al reducir su responsabilidad legal por los trabajadores que laboran en sus cultivos, en caso de que algo salga mal.


Articulo Tomado de telemundo.com

https://www.telemundo.com/noticias/noticias-telemundo/inmigracion/hacinados-maltratados-y-hambrientos-la-vida-de-los-trabajadores-agricolas-inmigrantes-con-tmna3825346

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